TROZOS DEL ALMA (colección)




23 de septiembre de 2012


TU AUSENCIA

¿Dónde te hallaré?
¿Dónde te buscaré?
¿Dónde preguntaré?
¿A quién le diré?

Si mis labios no encuentran refugio,
Si mi voz no recibe el eco de la tuya,
Si mis manos no sienten la tersura de tu piel,
Y mis ojos no se topan con los tuyos.

¿Dónde te hallaré?
En la espesura de la noche,
En el frio de mi cama y en
La soledad de mis sabanas y almohadas.

¿Dónde buscaré?
En los días soleados,
En los días lluviosos.
En los días de fiesta o en los días de llanto.

¿Dónde preguntaré?
En los templos tibetanos,
En las grandes catedrales,
En lo alto de las pirámides o en la orilla de los mares.

¿A quién le diré?
Al cielo, al ave, a las grandes serranías,
A los bosques y los valles,
Al anciano que transita por las calles solitario.

¿A quién le diré?
¡Que te amo! ¡Que te extraño!
¡Que no aguanto el llanto! Por no sentirte junto a mí.
¡Que enloquezco con el silencio de las horas!
Sin escuchar tu voz.

¡Que mi alma se estremece!
Con el frio de las noches
Que no paso cerca de ti,
De tu cuerpo y tu calor.

¿A quién le diré?
¿Dónde te hallaré?
¿Dónde preguntaré?
¿Dónde buscaré?

Si el sitio en el que tu habitas, es mi corazón.


EL KILOMETRAJE DE TU AMOR


A sesenta kilómetros por hora,
Te introduces por las vías alternas,
Que conducen a las altas cimas donde
 tu mirar se entretiene, con la belleza de la naturaleza.

Te detienes un instante,
Y continúas tu recorrido cuesta abajo, A la explanada,
 donde un pequeño cráter se estremece,
 en su poca profundidad, lo recorres poco a poco.

 Y continuas, a la espesura, que anhelante, espera,
Haciéndolo cimbrar tu peso,
Mientras transitas, y penetras en las entrañas
De una caverna húmeda y tibia.

Atraviesas fluidos hirvientes
Que de vez en vez, recorren el estrecho túnel,
Humedeciéndolo todo,
Por  la excitación provocada de tu ir y venir.

Surgiendo la incertidumbre de permanecer
En la placidez y comodidad que la caverna da,
O salir airosamente a retozar triunfante,
Y luego una vez más continuar.
A sesenta kilómetros por hora,
Y llegar por fin, con el último suspiro,
A beber del néctar refrescante,
Miel del fruto escondido.

Dando sosiego a tu alma.
A sesenta kilómetros por hora,
Sin frenos y sin reversa,
Llegar por fin a la meta.




¿PORQUÉ?

Cuando la vida es grata,
Cuando la vida es bella,
Llegan de pronto nubarrones
que obscurecen la alegría y lo distorsionan todo.

Luz y sombra,
Negro y blanco,
Un sinfín de mezclados sentimientos,
De risas y llantos.





ANSIEDAD


Atravesando el infinito,
Surcando por mares y montañas,
Navegando en los vientos y los pensamientos,
Llegar a ti, ¡la gloria!

Estremeciendo las entrañas de la tierra,
Gritando tu nombre, buscando tu esencia,
Pidiéndole al cielo tenga clemencia,
Y consuele mi dolor por tu ausencia.

 Susurrarle al viento, al sol a las estrellas y la luna,
Mi amor incontrolable,
Mi deseo por tu carne,
la pérdida de mi razón ¡sin ti!

Rogando que mis palabras y pensamientos
lleguen a ti,
que se estremezca tu alma pensando en mi,
y se despierten tus ansias por volver aquí.

Que mi amor envuelva tu ser,
Y despertar el sentimiento dormido que guardas para mí.
así una vez más,
Permanecer unidos por una eternidad.


LUZ Y OSCURIDAD

Tenerte conmigo,
Sentirte a mi lado,
Recorrer el camino,
Y seguir a tu lado.

No es más que un deseo
Tiempo atrás anhelado,
Que al paso del tiempo,
Se vio concretado.

Tu regordeta figura, la sonrisa de tus labios,
el coqueto vaivén de tu imparable energía,
 inquieto colibrí, que agitando sus alas
incansable trabajas.

Tu enorme corazón y tu ser carismático,
Se ganaron mi amor,
Y fui tuya y fuiste mío,
Una y otra vez.

 Invadiéndonos de dicha,
Completándonos los dos.
Y fui tuya y fuiste mío,
El día que me dijiste adiós.

La luz se torno gris y el cielo se oscureció.
El dolor invadió mi cuerpo,
Mi alma y mi pensamiento,
Haciendo paso a la tristeza y la soledad.

Tu sonrisa coqueta,
Ya no la veré más,
Tu regordeta figura
No podré acariciar.

Tus labios, el calor de tu cuerpo y el sonido
De tu voz, ya no están más.
Como inquieto colibrí que agita sus alas, Inesperadamente,
 huiste de mi, dejándome en total oscuridad.



¡ERES MIA!(dedicado a mis nietas)

Tan frágil, tan pequeña,
Niña mía, eres mía,
cuando te acurrucas, en mi pecho
Y acaricias mi mejilla.

Eres mía,
Cuando con el roce de tus dedos,
Provocas una lagrima de alegría y al besarte,
 tus grandes ojos bellos, asoman una sonrisa.

El calor de nuestro abrazo, la ternura de la vida,
Que floreciendo va en tu pequeña figura,
Son los mágicos instantes que alegran mi vida
Y hacen mejores los duros momentos, que mi alma transita.

Eres mía,
Cuando ríes, cuando lloras,,
Cuando gritas.
Los minutos y las horas que gozamos
Cuando estamos juntas,

¡Eres mía!


QUEBRANTO


¿Por qué te fuiste si te amo tanto?
Hice  hasta lo imposible por ti, di tanto de mi,
que ahora vago en penumbras,
Sin fuerza ni para el llanto. La soledad pesa.

El frio de mi alcoba cala hasta los huesos,
Ya no veo salir el sol,
Ese sol que se asoma con tu presencia,
Con el mirar de tu ojitos llenos de amor.

Y tu sonrisa traviesa, nerviosa,
Que como niño,
 haciendo una travesura,
Tu, me obsequiabas.

Construí mi mundo junto al tuyo,
Forje esperanza, en un futuro juntos,
Mas los retos que la vida nos impuso
No supimos sortear.

El amor que yo creí fuerte, permanente y seguro,
Tenía una leve fisura, que el tiempo
Y las influencias externas, lograron atravesar
Convertirlo en un abismo, alejándonos más y más.

Nuestro amor se trunco,
Nuestras almas se separaron,
Las lisonjeras  voces de extraños
Lo vinieron a dañar y te alejaste.

Me soltaste de tu mano cuando yo más te amaba,
Y caí en un abismo  profundo y oscuro,
Sin poder salir, la tristeza lo invade,
Porque tu amor se fue.

En vano espere, y espere,
Que en el rincón de tus recuerdos
Asomara el sentimiento y regresaras
Batiendo tu espada como antiguo caballero.

Asestando golpe tras golpe a la adversidad,
Abriéndote paso para juntos estar.
Vacío mi pecho quedo,
Pues te entregue mi corazón.

 Forje esperanzas  en tu amor,
En los maravillosos momentos
Que hubo entre tú y yo, y te fuiste
¿Por qué te fuiste, si te amo tanto?



PLEGARIA

Muerte divina,
Señora extremadamente serena,
De místicos destellos
Y opaca mirada.

Tú, que transitas por todos los rincones,
Donde el ser humano no puede vagar,
Tú, que logras ver a través de los hombres,
Como si fueran de cristal.

Conoces sus temores, sus deseos,
sus anhelos, sus amores,
sus debilidades y la hora
en que te han de seguir.

Muéstrame el camino que me debe conducir,
A la persona amada y morir junto a él.
Permíteme señora tocar las fibras de su alma,
Para enlazarla con la mía. y hacer fuerte nuestro amor.

 Que nada lo detenga,
Que nadie lo entretenga,
Que escuche mi voz,
Que sienta mi calor-
Que  anhele el sabor de mis labios. y se entregue,
 sin miedos ni reservas a este amor,
que en la distancia nos une y nos hace vibrar,
 en una sola oración, de amor puro y verdadero.



CAUTIVA
Ave de bello plumaje,
Que causa deleite
 y embelesa a aquel,
Que posa en ti su mirada.

Que como mi alma,
 cautiva te encuentras
Tras las rejas
 de tu desagracia.

¿Qué culpa tienes pequeña?
De alegrar con tu canto y despertar,
 el deseo de poseerte por la eternidad,
Privándote de tu libertad.

Libertad de volar,
 viajar a otros horizontes,
Donde puedas disfrutar
 del sol a plenitud.

Del viento en las alturas
 acariciando tus alas,
De bellos paisajes, de la sombra frondosa
De .arboles gigantes.
Saltar de rama en rama,
Perseguir al insecto,
Refrescarte en las gotas del rocío
 y vivir y gozar.

Sin preocuparte más que,
 por vivir,
Vivir sin las presiones
 de un mundo hostil,

¡Oh, inocente pajarillo! ¿Qué sabes de guerras?
¿Qué sabes de pobreza?
¿Qué sabes de desamor?
¿Qué sabes de desencanto?

Si eres uno de los seres más ricos del mundo,
Con el ajuar de los reyes,
 el amor de la tierra,
La caricia del sol, y el abrazo de tu nido.

Tu libertad como el pensamiento del poeta,
Y el disfrute de tintes y matices,
Que te brinda la naturaleza,
Como los humildes versos de este triste poema.

DELIRANTE
La lluvia que no llego,
Mojó mis sabanas,
El viento que no sopló,
Alborotó mis cabellos.

El sol que no salió,
Dio calor a mi cuerpo.
Y como leve brisa el frio
Atravesó la alcoba, enfriándolo todo.

Y así en inesperado desenlace,
Culmino nuestro primer encuentro.
Quedándonos en la boca, el sabor
Que la vehemente pasión provoca.

Exhalando los últimos alientos,
Con la cadencia de nuestros cuerpos,
Perdieron sé en el vaivén del torrencial delirio.
Unidos en un solo cuerpo, una sola fuerza.

Un solo corazón
Palpitante.
de lujuriosa obsesión
Evocando el más sublime sentimiento.
Uno a uno se separaron nuestros miembros,
Lenta, pausadamente,
 Suavemente en la delicia de la calma pasional,
Incesante se buscaron nuestros labios.

Y en apacible éxtasis,
Lluvia, viento,
 sol y brisa,
Estremecieron la calma.

Y en un estallido de centelleantes colores,
Aromas de los mares
y entrecortadas voces,
Con suaves espasmos, el derramar de fluidos.

Luego,  nada,
El sonido del viento revoloteando en la nada,
De nuevo el frio atravesó la alcoba,
Enfriándolo todo, hasta el alma.




ENCANTAMIENTO DE AMOR


Quisiera estar entre tus brazos,
Acariciar tu vientre,
Dormir así,
morir así.

Recorrer tus pensamientos
Con la mirada,
Contemplar tu sonrisa,
Besar tus canas.

Cerrar los ojos y sentir
El latido de tu corazón,
Elevar mi plegaria al cielo,
Agradeciendo este momento.

En el  calor del abrazo,
Y la ternura del sentimiento,
Sentimiento que nos cobija y se expande
A los confines del universo.

Llenándonos de luz, de paz,
De dicha y libertad,
Libertad de pertenecernos en un abrazo,
En un suspiro.


MIS MUERTES

Con garras y dientes afilados,
Apareció de pronto,
Jadeante a mi lado,
El loco frenesí de la desolación.

Se abrió la tierra bajo mis pies,
Y la negrura me envolvió,
Tu voz como gruñidos
Sepultó mi corazón.

Como brasas ardientes,
Se consumieron mis sueños,
Quedando cenizas
Que el viento esparció.

Mi corazón se detuvo,
Asfixiando el momento
De verte partir,
Aplacando el llanto para no morir.


SIN SENTIDO

En la encrucijada de la vida me encuentro,
Cual vereda que no se transita con frecuencia,
Los señalamientos no indican el camino
Por el cual continuaras.

En espera de una señal, una luz,
Que me inspire a avanzar,
estoy al borde del camino
Viendo la demás gente pasar.

El viento como suspiro
Inunda mis pulmones,
El polvo como oro fino
Comienza a cubrir mi pelo, mi vestido.

El sol comienza a languidecer,
Y yo sigo ahí en el cruce del camino,
Encrucijada fatal,
Que detuvo mi caminar.

Estoy al borde del camino
Viendo la demás gente pasar.
La negrura de la noche
Comienza a surgir.
 iluminando mi espacio,
La luna ,
las estrellas,
Y una que otra luciérnaga traviesa.

 Con sus tenues destellos,
comienzan a dar vida,
a un mundo de paz
 y murmullos nocturnales.

El canto de los grillos se torna agradable,
la voz de la lechuza resuena perturban te.
Y la mente traicionera
se remonta al instante.

En que todo ni ser y mi anhelo,
Pertenecían a aquel,
Por el que me encuentro aquí,
En esta encrucijada al borde del camino.

 Deseando volver,
Y pretendiendo seguir en el olvido,
Y estoy aquí, a la orilla del camino
Viendo la demás gente pasar.


EN ESPERA DE TI

En espera de que,
Si claramente dijiste no amarme,
Te fuiste dejándome en la espera,
En espera de que.

Quisiera que fuera un error,
Que me hubieras mentido al partir,
Que tus ansias aun sean por mí,
 Tus besos, tus ojos y tus manos, me  busquen a mí.

En la soledad de tu cama,
En el frio de tu espalda
Y los amaneceres de cada día
Junto a tu almohada.

El corazón no entiende, repite sin cesar tu nombre
Y mi mente aletea como mariposa, dibujando tu silueta,
Tu rostro, tu sonrisa,
mi alma se estremece al recordar tus caricias.

Quisiera que fuera un error
Tu partida,
 tu ausencia,
Tu olvido, tu desamor.
Y tenerte junto a mí,
 con tu alegría de siempre,
Iluminando
mi vida nuevamente.


AGONIA

En vertiginosa caída
Mi alma se adentra
en un pozo profundo,
Frio y doloroso.

Envolviéndose en
El más angustiante
Tormento que provoca
El abandono del amor.

Sin destino, sin luz,
Solo tinieblas y llanto.
La inclemencia del desamor y la desesperanza
Lo inundan todo.

Ahogando los gritos de doloroso lamento,
Que  ni el sol aplaca, sumergiéndome
Más y más en la desesperante realidad
De no volver a verte más.

Poco a poco ceso el llanto,
El corazón hinchado de dolor, no siente más.
Las penumbras por doquier
Impiden el paso de la claridad.
Y ahí en lo profundo
En el frio olvido,
Yace mi alma,
 que descanse en paz.


TUYA

Las estrellas parpadean
Como guiñando traviesas,
La luna asoma su cara
Ayudándome a ver tu mirada.

Los astros, las flores,
El pasto,
 los rumores,
Los murmullos de la noche.

Nos invitan a soñar
Que estamos juntos vida mía,
Que gozamos nuestros cuerpos,
Que acariciamos nuestra piel.

Y en un beso apasionado,
Nos fundimos en un vaivén
De encendidos sentimientos,
Permitiéndonos  gozar de la miel.

La miel de nuestros besos,
Del sudor de nuestros cuerpos
Y el sabor de la pasión
 Que en un abrazo nos dimos.
En el aroma del viento nos envolvimos,
Y soñando seguimos
siendo uno y no los dos,
Y seguí siendo tuya, sin razón.


DESDE EL INFIERNO

Pensar en ti,
Adolece mi alma,
Vivir sin ti,
Paraliza mi vivir.
.
Hasta cuando bien mío
Hasta cuando, has de comprender,
Que tu corazón y el mío
Se encuentran unidos.

A través de las distancias,
A través del tiempo,
a través del espacio,
a través del infinito.

Regresa al camino
donde me dejaste,
donde te espero en el mismo punto,
en el mismo infierno.




DESEOS

Llegaste de forma sorpresiva
Sin esperarlo, me abrazaste
Me envolviste en un beso
 y una caricia candente..

Estremeciendo todo mí entorno.
Ansiosa busque tus labios
Sentir tu aroma y tu calor
Revivió en mí la pasión y la lujuria

Perdiendo el sentido del tiempo
Disfrute del momento
Que parecía eterno
Y me entregue a ti.


FURTIVOS


Nos encontramos de pronto
Y nuestros corazones
Comenzaron a palpitar aceleradamente,
Acercándonos poco a poco.
Nos tocamos de los dedos,
Se frotaron nuestros labios,
Luego un abrazo profundo
Remontándonos al cielo.
Nuestras soledades se entrelazaron,
Y las heridas del alma
Se olvidaron por un instante,
En el calcinante anochecer.
Sudorosos nuestros cuerpos
Ansiosos de amar se entregaron,
En una alocada pasión
Y deseos guardados.
Hasta el amanecer,
Hasta desfallecer,
Y con el nuevo día
Acariciar la piel.



RECUERDOS

Cuando te sientas solo,
Cuando no encuentres eco
En tu voz y en tus lamentos,
Recuérdame.
Cuando recorras nuestros caminos,
Y el paso de tus pies te lleve
A lugares de veraneo,
Recuérdame.
Cuando de pronto te encuentres
Escuchando los sones,
Que provocan el movimiento
De los cuerpos, recuérdame.
Que yo así te recuerdo,
Sonriente, feliz a mi lado,
Paseando de la mano,
Gozando de la música.
Disfrutando del sol y el mar,
Del saludo de un amigo,
De tu forma de caminar,
Y en la intimidad, de la forma de amar..
Recuérdame que yo así te recuerdo.


AMOR FURTIVO

Ocurrió de nuevo
Me enamore del ocaso
Y partió al amanecer,
Poco a poco.
Como furtivo ladrón
Entro en mi vida
Y como oscuridad
En la luz se desvaneció.
Fue sutil, tierno,
 Apasionado
Y deliciosamente caballeroso.
Ocurrió de nuevo
Me enamore del ocaso
Y partió al amanecer.
Sentimiento tan grande
Como hermoso
Como el sol al amanecer
Como la luna de octubre
Sobre un cielo
 Repleto de estrellas
Y tan suave
Como los pétalos de una rosa.
Pero ocurrió de nuevo
Me enamore
Del ocaso
Y partió al amanecer.


Hilda M. Torres V.





Comentarios